- Radiación Alfa: formada por partículas pesadas integradas por dos protones y dos neutrones, proceden de la desintegración de elementos pesados (uranio), y es capaz de recorrer grandes distancias ni de atravesar una hoja de papel.
- Radiación Beta: formada por partículas similares en masa a los electrones, por lo que pueden atravesar varios metros de aire y centímetros de agua, aunque no recorren grandes distancias y no atraviesan láminas de metal.
- Radiación Gamma: tiene una carácter electromagnético y mucha energía, por lo que se desplaza grandes distancias, y sólo puede ser detenida por densas barreras de hormigón o plomo.
- Radiación X: es similar a la radiación beta, pero se obtiene en tubos de vacío a partir de materiales no radiactivos, por lo que es controlable.
- Radiación de neutrones: es la producida en las reacciones nucleares de fisión, formada por neutrones, y se consigue detener con gruesas y numerosas barreras de hormigón (como en las centrales nucleares de fisión)
Esquema de las tres radiaciones clásicas (alfa, beta y gamma) |
La radiación alfa no produce daño alguno sobre los seres vivos, ya que no atraviesa la epidermis. Sin embargo, la radiación beta, produce daños en la piel por una exposición continuada a ella; la radiación beta, debido a su gran poder de penetración y energía, provoca daños graves daños en tejidos internos; y la radiación de neutrones también provoca daños graves en los seres vivos, por lo que sólo se confina a la industria nuclear. La radiación X no tiene ningún efecto probado sobre los seres vivos, debido a que hasta ahora se ha experimentado con ella en entornos seguros de los que no escapa.
Medalla dada a los liquidadores de Chernobyl, donde se representan las radiaciones clásicas |
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